Hay una anecdota.

Cuando con mi señora compramos este PH donde vivimos y creo viviremos hasta el final de nuestros días, la terraza estaba bastante deteriorada, lo primero que hicimos fué hacerla pintar y llenarla de plantas. Pero había una parte que daba al vacío y si bien no es muy alto alcanza y sobra para romperse el alma. Con un poco de ingenio y ganas solucioné el problema, armando una protección .Yo tenía unas rejas que me había regalado el propietario de uno de los locales del edificio donde yo trabajo y varillas roscadas mediante, unas tuercas , unos pedazos de caño de 3/8 y tambien tuve que comprar 4 mtrs de pasamanos de metal en un negocio de venta de hierros que esta en Avda. San Martin y Apolinario de Figueroa, es hay donde comieza la pequeña y simpática anecdota.

El único medio de transporte que tenía en ese momento era una bicicleta mod. inglesa antigua como el jopo y en ese aparato fuí a buscar el pasamanos provisto de una soguita y un pedazo de tela para señalizar.Debo aclarar que mi dpto. esta en Avellaneda y Otamendi. Me entregaron el pasamanos salí a la vareda donde estaba atada mi bici y comence la tarea de asegurarlo a la misma, un señor que aguardaba a alguien en su auto observaba mis movimientos, cuando ya tenía todo listo y estaba por subir a mi transporte tracción a sangre, el señor desciende, me mira y dice, le deseo muy buen viaje y que tenga mucha suerte, cuando emprendí el camino a mi casa mitad pedaleando y mitad con la bici de tiro yo meditaba sobre la frase de buena suerte de este hombre, que habrá pensado: el primer colectivo que cruce lo pasa por arriba.

Por suerte eso no pasó y estoy relatando esto sano y salvo.

En la foto pueden apreciar lo bien que quedó.

¡Esto cualquiera lo hace dijo Geremías, y estaba haciendo el amor con la tía!