25 agosto 2009

SUEÑOS EN LA CLINICA

Después de estar cuarenta días sedado, dormido y en coma farmacológico, desperté. Sin tener mucha noción del tiempo y el espacio, me fuí ubicando con lo que me relataban mis hijos y mi señora, respecto a lo ocurrido durante ese tiempo.
Debo aclarar que yo lo único que movía y poco eran los brazos, las piernas no existían, pararme ni que hablar y comer nada de nada.
Lo que sí podía era soñar, soñaba por ejemplo con un almacén inmenso en el medio de la nada, que para llegar tenía que caminar por un camino de arena o transitarlo en bicicleta algo imposible
de lograr y antes de llegar me despertaba.
Como no podía comer soñaba con los asados en mi quincho, o con fuentes de fideos blancos con queso y aceite, también un plato de puré de papas. El sueño del puré se lo comenté a mi kinesiólogo (Mauricio del ICBA) por supuesto el primer plato que intenté comer sin lograrlo fue el soñado.
Estando ya en la clínica de rehabilitación (Santa Catalina), una noche soñé que bajaba una escalera con dos o tres descansos, en uno encontré una mesa con una picada completa(Comí todo), en otro un vaso de vino y me lo tomé. Como será la conciencia del ser humano que en el mismo sueño me dije: pero qué hiciste si no podes tomar y me desperté.

2 comentarios:

FdA dijo...

guaaaaau! por algo dicen que el cine es hijo de los sueños, ¿no? qué películas te ibas haciendo...

Margot dijo...

qué loco leer esto, harnos! hacía mucho que no entraba a los blogs amigos, qué sueños! no sabía nada, se me puso la piel de gallina!!!

besitos