Ayer se fue de gira un tipazo, un hombre bueno y muy servicial. Yo lo conocí hace más de 50 años, cuando allá por 1962 comencé a trabajar en la firma LANZONI Y DIAZ.
Aprendí mucho a su lado. Guiándome en mi adolescencia, aconsejándome en mi adultez, siempre que necesité una mano allí estaba para lo que fuera, cuando yo todavía vivía en Urdampilleta, ya desvinculado como empleado y muchas veces apretado por deudas, me tiró la ayuda económica que necesitaba y en dos o tres oportunidades no me quiso cobrar lo que le debía.
Un tipazo fue para mí Ismael Oscar “EL NEGRO” Díaz, quien ayer dejó un vacío imposible de llenar.
Descansa en paz querido Negro Díaz, me quedan los recuerdos de tantos días vividos juntos y las mañanas invernales rodeando la salamandra, mateando y diciendo macanas acompañados de los amigos de entonces.
Por ahí andarás en alguna cuadrera junto a Rolo Baya, el Ñato Elizondo, Cholo Aspiroz y tantos otros.
Sentí mucha tristeza y congoja ante la noticia, te lloré en la intimidad de mi casa, me queda el consuelo de haber podido abrazarte días pasados.
Hasta siempre, patrón compañero y amigo.
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